"Los maestros del jazz" de Lucien Malson sociólogo y crítico musical, es una aproximación al mundo del jazz a través de los grandes maestros desde King Oliver a Miles Davis pasando por Louis Armstrong, Lester Young, Charlie Parker, Billie Holiday, hasta completar los trece seleccionados, evidentemente muchos se quedan fuera pero los que están no hay duda que son los más grande, y al mismo tiempo hace un repaso desde los sonidos predecesores del jazz como el ragtime, work song o gospel y los primeros sonidos jazzísticos como el swing, dixieland hasta el bebop o el cool jazz, podemos decir que es un esplendido y recomendable libro para adentrarse en el mundo del jazz y familiarizarse con sus protagonistas y estilos.
Cada capítulo está dedicado a uno de los grandes maestros del jazz mezclando datos bibliográficos con someros análisis de las formas de interpretar de cada uno, de su evolución y aportaciones, analizando algunos disco y canciones, siempre menos de lo que a uno le gustaría pero suficiente como para que uno vaya ampliando sus conocimientos y hacerse una ligera idea de lo que representa cada uno de estos grandes maestros y su aportación al mundo del jazz.
He ido leyendo el libro y al mismo tiempo oyendo las canciones que aparecen referenciadas en el texto e incluso en ocasiones viendo grabaciones de las actuaciones en directo, y ha sido una experiencia placentera y enriquecedora. Se oyen de forma distintas las canciones cuando sabemos lo que hay detrás de ellas, de las circunstancias en las que fueron creadas e interpretadas y de las circunstancias personales de los interpretes que las llenan de matices.
CONTRAPORTADA
Publicada por primera vez en 1956 y tras sucesivas
ampliaciones y actualizaciones, "Los maestros del jazz" se ha
convertido, después de cincuenta años, en un clásico de la literatura musical.
Obra de referencia para estudiosos y aficionados, en esta nueva edición Lucien
Malson ofrece un riguroso análisis de los principios innovadores y creadores
del jazz del siglo XX: King Oliver, Louis Armstrong y Sydney Béchet, claros
guías de la escuela de Nueva Orleans; Fats Waller, que destaca junto a Duke
Ellington en el entorno musical de Nueva York; Lester Young, rompedor e
insumiso, como también podría calificarse a Charlie Parker; Billie Holiday,
única vocalista femenina por derecho propio; Stan Getz, cuya imprevisible
creación se hunde en la sonoridad latina; Thelonius Monk, intrigante y
solitario en su oposición a la simetría compositiva; Miles Davis, indiscutible
orientador del be-bop a la tendencia que más tarde sería conocida como cool
jazz; John Coltrane, que desde el rhythm & blues entronca con la "New
Thing"; y B.B. King, que convierte el blues en su especialidad y lo
inmoviliza para su propio placer. Preciso y riguroso, Malson repasa sutilezas
estilísticas y singularidades evolutivas atendiendo discretamente a los
avatares de los protagonistas. "Los maestros del jazz" fascina por su
profunda comprensión de los mejores exponentes de la historia del jazz.
ÍNDICE
Introducción:
1. King
Oliver
2. Louis
Armstrong
3. Sidney
Béchet
4. Fats
Waller
5. Duke
Ellington
6. Lester
Young
7. Billie
Holiday
8. Charlie
Parker
9. Stan
Getz
10.
Thelonius Monk
11. Miles
Davis
12. John
Coltrane
13. B.B.
King
TEXTOS
"Para nosotros King Oliver seguirá siendo el líder de la Original Creole Band, el pequeño conjunto que simboliza los primeros pasos firmes de la música negra norteamericana, la primera tentativa fructuosa de sacar al jazz de su confusión inicial." Pá 24.
"Del mismo modo que le basta con emitir una nota, sometiéndola a un trabajo de inflexión o de vibrato para que nazca una música bellísima, Armstrong puede tocar una tema mediocre y transfigurarlo. Como el rey de la antigua leyenda que transformaba en oro todo lo que tocaba, sin cambiar las notas de un tema sino distribuyéndolas según relaciones nuevas de posición y duración, retrasando un ataque, manteniendo prolongadamente un sonido o introduciendo numerosas pausas, Armstrons convierte un harapo en un rico ornamento. Es el primer música de Jazz aque valora el silencio, ese momento de esperanza musical que no es un vacío sino un elemento estructural positivo." Pág. 29
"Partiendo del más escueto armazón, y sin otro límite para él que el agotamiento físico, Béchet (Sidney Béchet)improvisa frases grandiosas, suntuosas, que parecen devanerse según una lógica y con una seguridad de música escrita. La melodía brota sin choque y sin caprichos de esa fuente inagotable." 57.
"La influencia de Lester Young, como ya hemos visto, fue prodigiosa. Superó incluso a la de Hawkins, en el sentido de que desbordó el terreno del saxo tenor, extendiéndose a cantantes como Billie Holiday a a casi todos los grandes jazzmen modernos: Charlie Parker el primero. Por encima del movimiento bop. su influencia estuvo en el origen de la tendencias cool de los años 1948-1954. Aun limitándonos sólo al saxo tenor, el número de músicos de calidad que tomaron a Lester como ejemplo es sorprendente: podemos citar a los negros Wardell Gray, Gene Ammons, Dexter Gordon y James Moody, y a los blancos Allan Eager, Stan Getz, Herbie steward, Al Cohn, Zoot Sims, Brew Moore y Jimmy Giuffre." Pág. 113.
"Nadie -arriesguémonos a repetirlo- ha tocado el blues mejor que Parker, al igual que nadie ha tocado mejor, a secas. Y del mismo modo que el bird alcanza a Armstrong por la autenticidad de su acento y la altura de su inspiración, el quinteto Parker-Davis, por su clima exquisito y tenso y por el entendimiento de los músicos que lo componen, alcanza una calidad comparable a la de las mejores formaciones de jazz que hayan grabado nunca." Pág. 142.
"En El mundo del jazz moderno, Miles Davis representa la autenticidad y la pureza. Davis nunca quiso hacer ninguna concesión al público. Constantemente lo elevó hacia sí. Liberado de toda preocupación por seducir de manera inmediata, decidido a gustar a largo plazo y según las normas hacia las que sus músicos y él mismo tendieron espontánea y lúcidamente. Miles Davis es la imagen misma del artista sin servilismos. Es bueno que existan hombres de esta clase, que acrecientan el patrimonio colectivo, al igual que es bueno que otros promuevan sin ser indignos, un gozo más fácilmente compartible." Pág. 193-194.
Todas las ilustraciones son obra de Nedad Mirkovich
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