"Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad
se quedará fuera" 
Rabindranath Tagore
"Qué tortuoso es el camino de la verdad, dejemos las puertas abiertas"
J.L. o sea yo
Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas (Carl Sagan)

En realidad, los seres humanos supimos todo lo necesario sobre este tema hasta que permitirnos que los expertos en nutrición y los publicistas nos hicieran dudar del sentido común, de nuestros hábitos y de la sabiduría de nuestras madres y abuelas, quienes, en las últimas décadas, perdieron gran parte de la autoridad que tenían sobre las comidas y empezaron a confiar en las recomendaciones dietéticas, las etiquetas de los alimento si los poco objetivos consejos de los fabricantes de alimentos. El resultado ha sido que, en la dieta occidental, la comida se ha reemplazado por los nutrientes y el sentido común, por la confusión; treinta años de consejos oficiales sobre nutrición nos han hecho más enfermizos y obesos."Coma comida. No demasiada. Plantas en su mayor parte". Pág. 15.
"Si hubiera pasado usted un rato en un supermercado de la década de los ochenta, podría haberse dado cuenta de que sucedía algo extraño. La comida estaba desapareciendo poco a poco de los estantes. No es que se esfumara literalmente; no estoy hablando de escasez al estilo soviético. No, los estantes y las cámaras frigoríficas estaban repletos de envases, cajas y bolsas de diversos comestibles, y más que aparecían todos lo años, pero muchos de los alimentos tradicionales del supermercado fueron sustituidos de manera continuada por los nutrientes, que no son los mismo. Donde antes los nombres familiares de comestibles reconocibles -cosas como huevos o cereales para el desayuno o aperitivos- ocupaban los lugares de honor en los coloridos envases que atestaban los pasillo, ahora nuevos términos con resonancias científicas como 'colesterol', 'fibra' y 'grasas saturadas' empezaron a adquirir importancia y a aparecer en letra grande. Más importantes que los meros alimentos, en general se creía que la presencia o ausencia de esas sustancias invisibles redundaba en beneficio de la salud de los que las comían." Pág. 34.
"'Para saber realmente lo que come una persona, tienes que tener a una segunda persona invisible que la siga a todas partes, tomando fotografías, mirando los ingredientes y consultando tablas de la composición exacta de los alimentos, algo que no tenemos.' Cuando en un cuestionario de frecuencia de alimentos, alguien dice que ha comido una zanahoria, el tabulador consulta una base de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para determinar exactamente cuánto calcio o beta-caroteno contenía esa zanahoria. Pero como no todas las zanahorias nacen iguales y el contenido de nutrientes depende de la variedad plantada, del tipo de tierra en la que se plantó, de la forma de cultivo utilizado (¿orgánico?, ¿convencional?) y hasta de lo fresca que esté la zanahoria, estas tablas contienen sus propias imprecisiones." Pág. 100.
"Es evidente que los logros de la agricultura industrial han tenido un coste: puede producir muchas más calorías por acre, pero cada una de esas calorías tal vez proporciones menos nutrición de lo que hacían antaño. Y lo que ha sucedido en las granjas ha sucedido en el sitema alimentario en su conjunto, puesto que la industria ha perseguido la misma estrategia general de favorecer la cantidad a expensas de la calidad. No hace falta pasar mucho tiempo en un supermercado estadounidense para darse cuenta de que estamos ante un sistema alimentario cuyo objetivo es vender grandes cantidades de calorías lo más baratas posibles." Pág. 149.
" ¿Y qué pasa con comer carne? A diferencia de los vegetales, sin los cuales no podemos vivir, no necesitamos comer carne; con la excepción de la vitamina B12, todos los nutrientes que se encuentran en la carne pueden obtenerse de oros lados. (Y la pequeña cantidad de vitamina B12 que necesitamos tampoco resulta muy difícil de conseguir; se encuentra en todos lo alimentos de origen animal y la produce una bacteria, por lo que ingerimos B12 cuando comemos productos en descomposición o fermentados.) Pero la carne, para cuya obtención los seres humanos han venido realizando esfuerzos heroicos y de la que disfrutan desde hace muchísimo tiempo, es un alimento nutritivo que proporciona todos los aminoácidos esenciales, así como muchas vitaminas y minerales, y no he encontrado ninguna razón convincente para excluirla de la dieta. (Eso no quiere decir que no haya buenas razones éticas o medioambientales para hacerlo.)" Pág. 199.