viernes, 28 de octubre de 2011

El fin de la eternidad


"El fin de la eternidad" de Isaac Asimov, novela publicada en 1955. Novela de viajes en el tiempo y en cierto modo de "amorios" que paradójicamente te hace reflexionar sobre el momento presente, de como se construye cada instante en suma el ahora-ahora. Para que en este instante insignificante yo este escribiendo esta entrada también insignificante han debido de suceder finitos e incontable sucesos desde hace por lo menos 13.700 millones de años y esto sólo en lo referente a este acto minúsculo e intrascendente protagonizado por un actor concreto que soy yo, vemos y constatamos como en cada instante se abren infinitas lineas en el tiempo concretándose en una determinada realidad, la más probable.  Todos estos pensamientos nos produce una especie de mareo espacio-temporal y es lo que tiene el intentar  llegar a comprender el concepto del tiempo que después de todo es una invención de la mente humana. 


Centrándonos en lo que estamos, en la novela aparece una organización, Eternidad, que envía emisarios hacia el futuro y el pasado e interviniendo allí "Cambio de Realidad" donde creen oportuno para alterar la trágica historia de la humanidad, es una élite la que decide las intervenciones oportunas.  Esta situación nos hace reflexionar sobre el poder ejercido por unos pocos en nombre de "bien de muchos" y el sentido de la libertad individual. En cierto momento el protagonista Andrew Harlan se rebela ante todo esto rompiendo con las normas al enamorarse de una no-eterna iniciándose una huida por el tiempo llegando a los capítulos finales con sorpresa incluida dónde nos desvelan el misterio de los Siglos Ocultos, barrera infranqueable para los viajeros del tiempo, desvelándonos también el plan del que forma parte, adquiriendo  significado el título de la novela. 


Novela entretenida con una intriga que nos atrapa, con paradojas temporales, personajes complejos que luchan por elegir su futuro, y con una sociedad y organización  que nos desconcierta con su poder de manipulación temporal. Novela a la vez profunda que nos hacer pensar sobre el tiempo, la realidad, el poder, la libertad, el hombre, el futuro... 


A veces me he visto obligado a interrumpir la lectura y una duda me invade, algo dentro de mí me hace estremecerme y me planteo si no seré yo un viajero del tiempo, procedente del siglo 75 ó del 221, que importa,  perdido cual naufrago en estos tiempos...

CONTRAPORTADA
En el siglo XXVII, la Tierra funda una organización llamada Eternidad, enviando sus emisarios al pasado y al futuro para abrir el comercio entre las diferentes épocas, y para alterar la larga y a veces trágica historia de la raza humana. El proyecto estaba integrado sólo por los mejores y más brillantes exponentes de cada siglo: personas que dejaron de lado sus propias vidas para dedicarse a servir a los demás. 


Para hombres como Andrew Harlan, Eternidad representaba mucho más que un trabajo: era su vida, su amante, sus hijos, su familia. Pero cuando viajó al siglo cuatrocientos ochenta y dos, no pudo evitar enamorarse perdidamente de una hermosa no-eterna llamada Noÿs Lambent. Ahora, perseguido por una burocracia todopoderosa, Harlan y su amada escapan entre los siglos, buscando romper todas las reglas que sean necesarias para preservar su futuro juntos. Incluso si para ello deben destruir la propia Eternidad...
TEXTOS
"Había entrado en la cabina en el Siglo 575, la Base Temporal donde fue destinado dos años antes. En aquel entonces, el 575 era el hipertiempo más distante que había visitado nunca. Ahora se desplazaba hacia el hipertiempo del Siglo 2456". Pág. 9.

"Aquella fue la verdadera iniciación de Harlan en su carrera de Ejecutor. Después de aquello se convirtió en algo más que un hombre con un emblema rojo. Había manipulado en la Realidad. Había descompuesto aquel mecanismo de un coche durante unos rápidos minutos sustraídos al Siglo 223, y como resultado, un joven no llegó a tiempo para asistir a una conferencia sobre la Ingeniería Solar, y un sencillo invento retrasó su aparición en diez años  críticos. Aunque parecía extraño, debido a todo ello desapareció de la Realidad una guerra en el 224.°." Pág. 49.

"Si existía un tema sobre el que los Eternos se sentían casi supersticiosos, era el
de los Siglos Ocultos, el Tiempo que transcurría entre los Siglos 70.000 y 150.000. Era un asunto que rara vez se mencionaba en las conversaciones entre Eternos. Sólo gracias a la estrecha relación que unía a  Harlan con Twissell, aquél pudo averiguar algunos datos sobre aquella lejana Era. En realidad, toda la información disponible podía resumirse en que los Eternos no podían penetrar en el Tiempo normal durante todos aquellos Siglos. Las puertas que separaban la Eternidad del Tiempo normal eran infranqueables. ¿Por qué? Nadie lo sabía." Pág. 52.


"Aparte de las exigencias físicas, a las cuales los prácticos Jefes de la Eternidad se sometían con indiferencia,  seguía siendo cierto que el Eterno ideal era un hombre austero, que sólo vivía para la misión a la que era destinado, para la mejora de la Realidad y para incrementar la suma de la felicidad humana. A Harlan le gustaba pensar en la Eternidad, como si fuese uno de aquellos antiguos monasterios de los Tiempos Primitivos." Pág. 66.



"Harlan se dirigió a la sala de la biblioteca dedicada a los instrumentos e inventos de los distintos 575.° Muchos de aquellos aparatos, recordaba Harlan, fueron eliminados del Tiempo normal y sólo permanecían intactos, como muestras del talento humano, en la Eternidad. La Humanidad  debía ser defendida frente a sus propias creaciones técnicas. Esta cuestión tenía prioridad. Casi no pasaba un fisio-año sin que en alguna parte del Tiempo normal la tecnología nuclear no se acercase demasiado a una profundización peligrosa, y tuviera que ser llevada de nuevo por caminos distintos." Pág. 139.

"—Periódicamente, mi querido Rice, todo el esfuerzo mental de la Humanidad se
concentra en los viajes espaciales, que por la misma naturaleza de las cosas están
condenados a agotarse y desaparecer. Podría plantear las ecuaciones sociológicas
necesarias, pero estoy seguro de que me comprende perfectamente. Mientras la mente se ocupa del espacio, descuida el desarrollo de los bienes terrestres. Estoy preparando una tesis para someterla al Gran Consejo, recomendando que todas las Realidades sean cambiadas para eliminar de oficio todas las eras donde existen los viajes interplanetarios." Pág. 189.

"—En un instante del fisio-tiempo, cuando la Eternidad aún no se había extendido mucho en el hipertiempo, antes de que llegara siquiera al Diez mil, nosotros, los  de  mi  siglo  (y  tenías  razón,  era  el  Ciento once mil trescientos noventa y cuatro) averiguamos la existencia de la Eternidad. Nosotros también conocíamos los viajes por el Tiempo, aunque los nuestros están basados en una serie de postulados distintos de los vuestros, y preferimos contemplar las realidades en vez de transportar la materia. Además, sólo nos ocupábamos del pasado, nuestro hipotiempo. Descubrimos la existencia de la Eternidad indirectamente. Primero, desarrollamos el cálculo de Realidades y analizamos con él nuestra propia Realidad. Nos sorprendimos al comprobar que vivíamos en una Realidad de muy baja probabilidad. Era un asunto serio. ¿Por qué era tan improbable nuestra Realidad?... Pareces distraído, Andrew. ¿Te interesa todo esto?". Pág. 269.

2 comentarios:

  1. Me encantó este post. El fin de la eternidad es uno de mis libros preferidos.

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    1. Gracias, la verdad que es un libro del que se puede comentar bastante cosas, entretiene y nos hace reflexionar.

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