"La felicidad personal" de Antoni Bolinches licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación con grado de licenciado en Psicología y Máster en sexualidad humana. Cuando uno se acerca a un libro con este título daría la impresión que uno esta carente de aquello que busca y que uno es un infeliz y la verdad que no, a pesar de lo que cada uno lleva a sus espaldas uno es razonablemente feliz y en estos tiempos que corren uno se puede considerar un afortunado. Ya había leído algo del autor y esto hizo que selecionara este ensayo sobre la felicidad después de hojearlo decenas de veces y eso que sobre el tema de la felicidad hay escritos cientos de libros desde tratados filosóficos, textos religiosos, pasando por estudios psicológico más o menos serios a insufribles libros de "autoayuda" más preocupados en hacer caja que en el contenido del libro (un día hablaremos de los buenos y de los malos libros de autoayuda, lo mismo que hay buenos y malos libros de filosofía, de divulgación científica, "best seller o de cualquier otro género). Este era un texto corto, de letras grandes fáciles de leer en el trasporte público, y que me permitiría reflexionar sobre la felicidad de una forma sencilla y amena aunque no falto de seriedad y sabiduría de la mano de un prestigioso psicólogo donde nos da una serie de pautas para una transformación interior.
Lo que nos propone es este ensayo es una revolución interior, que busca la felicidad "en el crecimiento psicológico y el bienestar en el propio esfuerzo" y no en elementos externos.
Bolinches nos habla de unos facilitadores y unos dificultadores que nos encontramos en el camino de la felicidad. Los facilitadores serían la realización personal, el amor armónico y la congruencia interna, y los dificultadores serían el sentimiento de inferioridad, el vacío efectivo y el sentimiento de culpa con lo que nuestro esfuerzo nos llevaría a potenciar los facilitadores y eliminar en la medida de lo posible los dificultadores que sería lo dificultoso del asunto. Más adelante expone la teoría del egoísmo sano y positivo que consistiría en procurar que los que nos rodean estén bien para de esta manera estar nosotros bien y aceptar el egoísmo ajeno para de esta forma no decepcionarnos, todo lo cual parece bastante sensato por otra parte.
Como dice el autor la felicidad se puede alcanzar por infinidad de camino, siempre y cuando el escogido sea adecuado para quien lo elige, y en esta obra él nos propone uno que requiere esfuerzo por nuestra parte, esfuerzo en mejorarse y para ello nos guía para que miremos dentro de nosotros mismos y seamos capaces de detectar nuestros bloqueos y desarrollar actitudes que nos permita transformarnos y si optamos por el automejoramiento como vía de acceso a la felicidad podemos sentirnos "afortunados,como mínimo, en ese tránsito ganará autenticidad, congruencia y seguridad" que no es poco, y ahora a ponerse manos a la obra y a seguir indagando sobre la "felicidad".
Bolinches nos habla de unos facilitadores y unos dificultadores que nos encontramos en el camino de la felicidad. Los facilitadores serían la realización personal, el amor armónico y la congruencia interna, y los dificultadores serían el sentimiento de inferioridad, el vacío efectivo y el sentimiento de culpa con lo que nuestro esfuerzo nos llevaría a potenciar los facilitadores y eliminar en la medida de lo posible los dificultadores que sería lo dificultoso del asunto. Más adelante expone la teoría del egoísmo sano y positivo que consistiría en procurar que los que nos rodean estén bien para de esta manera estar nosotros bien y aceptar el egoísmo ajeno para de esta forma no decepcionarnos, todo lo cual parece bastante sensato por otra parte.
Como dice el autor la felicidad se puede alcanzar por infinidad de camino, siempre y cuando el escogido sea adecuado para quien lo elige, y en esta obra él nos propone uno que requiere esfuerzo por nuestra parte, esfuerzo en mejorarse y para ello nos guía para que miremos dentro de nosotros mismos y seamos capaces de detectar nuestros bloqueos y desarrollar actitudes que nos permita transformarnos y si optamos por el automejoramiento como vía de acceso a la felicidad podemos sentirnos "afortunados,como mínimo, en ese tránsito ganará autenticidad, congruencia y seguridad" que no es poco, y ahora a ponerse manos a la obra y a seguir indagando sobre la "felicidad".
La felicidad no es algo que puedan darnos los demás. Únicamente quien es capaz de aceptarse y quererse está en condiciones de propiciar su felicidad y compartirla. Este libro propone pautas para realizar una transformación interior que permita vivir de acuerdo con uno mismo, construir una relación amorosa armónica y desarrollar al máximo el propio potencial. El camino de autosuperación que este proceso abre ante nosotros nos conducirá hacia la felicidad. quien esté dispuesto a aprender de sus errores, y considere que la felicidad depende más de sus actitudes que de sus circunstancias concretas, encontrará en este manual una guía útil para alcanzar la felicidad personal.
ÍNDICEAgradecimientos.
Introducción
- La revolución interior: De la autocrítica al crecimiento personal, la vivencia de felicidad, fuentes de felicidad e infelicidad, la esencia humana.
- Una teoría del egoísmo: El egoísmo positivo, sobre el ejercicio de la voluntad, las actitudes vitales básicas, hacía un futuro solidario.
- Decisiones para el cambio: Fracaso o frustración, superación o sufrimiento, ser o tener, consumo o consumismo, cooperar o competir.
- La profecía autocumplidora: El efecto Pigmalión, el espíritu de superación, la autenticidad, las conductas de autoafirmación, de la desesperanza a la ilusión.
- Epílogo para un mundo mejor.
Nota a los lectores.
TEXTOS
"Desde un punto de vista filosófico la felicidad se considera como el fin último y el bien supremo de la existencia. Lo que ya no está tan claro e a través de qué medios podemos alcanzarla. Según los hedonistas, la felicidad se consigue gracias al placer. Los estoicos, por contra, defiende una idea de felicidad asociada al control del dolor y las pasiones. Y para acabar de complicar las cosas, resulta que los grandes maestros de la filosofía griega (Sócrates, Platón y Aristóteles) señalan el camino de la razón como el único adecuado para obtener la dicha". Pág. 14.
"En la vida todo sirve, pero las mismas cosas no sirven de la misma manera a personas distintas. El placer puede ser algo gratificante que nos alegra la existencia o la antesala de una esclavitud que nos destruye. El sufrimiento puede sumirnos en la depresión o convertirse en fuente de superación personal. ambas posibilidades dependen más del tipo de persona que del valor de la vivencia. Por eso nuestra felicidad depende más de cómo vivimos las cosas que de las cosas que vivimos. No siempre es posible crear las circunstancias externas adecuadas para ser feliz, pero siempre está a nuestro alcance vivirlas de la forma más feliz posible". Pág. 40.
"El camino de la felicidad no es un lecho de rosas, sino una estrecha vaguada que discurre entre dificultadores que debemos afrontar y facilitadores que requieren esfuerzo". Pág. 69.
"Vivir significa asumir retos y resolver encrucijadas. Las personas se diferencian más por el tipo de soluciones que aplican, que por la naturaleza de los problemas que tienen. Existir supone decidir constantemente entre alternativas y el mejor modo de enriquecer nuestra personalidad es curtirnos en la superación de las encrucijadas que la vida plantea. Quien en lugar de evadir el sufrimiento decida utilizarlo como materia de aprendizaje, estará entrando en el cauce que conduce a la plenitud existencia, porque como afirmaba Truman Capote: 'Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito' " Pág. 131.
"Quien quiere ser feliz debe procurar -primero- ser auténtico; ésta es al mejor 'vacuna' contra el sufrimiento psicológico. Sólo la autenticidad propicia la congruencia interna que facilita la verdadera felicidad. Haciendo un juego de palabras, podríamos decir que sólo la felicidad conseguida desde la autenticidad es auténtica felicidad" Pág. 174.
"Nadie es tan perfecto como para no desear mejorarse ni nadie tan imperfecto como para no poder conseguirlo. Por eso, la tesis que defendemos es simple: quien trabaja en su automejora no sólo consigue mayores cotas de seguridad sino que, además, experimenta la satisfacción de convertirse en protagonista principal y determinante último de su propio destino". Pág. 199.
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