Solos al amanecer.
¿No piensas que nos merecíamos algo mejor?
Después de todos estos años delirantes
de buscar y no encontrar
después de tantos sueños perseguidos
después de remontar el infierno de la pasión
de caminar sin rumbo
después de todo deberíamos tener un final mejor.
Pero a la realidad le sobran efectos especiales
y los finales nunca son como en el cine.
De pronto el escenario está vacío
y hemos perdido los papeles
y larga noche del tiempo nos ha dejado
solos al amanecer.
Hace años que temía este momento. ¿Y ahora?
¿Dónde se esconden los audaces guionistas?
¿Dónde interpretarse a lo Humphery Bogart?
¿Dónde ese último cigarrillo?
¿Podrías decirme cuál de todas las puertas del paraíso
dejamos por abrir?
Tan sólo el suave calor del sol al amanecer
golpeando en nuestros cuerpos
recuerda que más allá de esta historia sobrevive
otra historia donde quizá
nuestra existencia no se vea atada a las circunstancias
y todos tengamos el mismo derecho a ser felices.
Uberto Stabile. Rendez-vous 1990
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