Uno ya va encarrilando la cincuentena y ya va siendo necesarias muchas velas, uno la verdad que se siente joven aunque cansado después de todo el cansancio es una de las característica de los jóvenes de siempre, aunque bien mirado mi cansancio tiene más que ver con la pereza necesaria por otra parte para parar un rato y sentir el paso del tiempo, llenarse de la energía que hay alrededor nuestro y volver a la acción.
Mirando hacia atrás uno ya ve que ha recorrido más de lo que le queda por delante y haciendo un repaso el saldo es bastante positivo no me puedo quejar aunque este inmerso en plena crisis personal y en un momento de cambio, uno ha ido cumpliendo sus sueños otros se han quedado en la cuneta apartados y otros aparcados esperando mejores momentos, alguno otro se ha roto en mil pedazos llenando el corazón de heridas que el tiempo se cuidará de curar, pero aún quedan bastantes sueños que nos hacen tirar para adelante, después de todo que sería de nosotros sin los sueños.
Hay que seguir soñando y disfrutar del camino, de cada momento, de cada instante, de cada paso que demos, de todo aquello que nos rodea, y de todos aquellos que están a nuestro alrededor aunque nunca debemos olvidar que en este viaje vamos solos por muy acompañados que estemos, esto no quiere decir que no disfrutemos de la buena compañía que es uno de los alicientes de esta vida; pero sin olvidar en ningún momento que después de todo por la noche, en la cama, cuando cerramos los ojos estamos sólos... y en los grandes momentos de nuestras vidas estamos solos todo lo demás es una ilusión...y que la fuente de nuestra felicidad y de la sabiduría está dentro de nosotros y ahí es donde hay que buscar.
Hay que seguir soñando y disfrutar del camino, de cada momento, de cada instante, de cada paso que demos, de todo aquello que nos rodea, y de todos aquellos que están a nuestro alrededor aunque nunca debemos olvidar que en este viaje vamos solos por muy acompañados que estemos, esto no quiere decir que no disfrutemos de la buena compañía que es uno de los alicientes de esta vida; pero sin olvidar en ningún momento que después de todo por la noche, en la cama, cuando cerramos los ojos estamos sólos... y en los grandes momentos de nuestras vidas estamos solos todo lo demás es una ilusión...y que la fuente de nuestra felicidad y de la sabiduría está dentro de nosotros y ahí es donde hay que buscar.
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