viernes, 30 de abril de 2010

FRANCISCO BRINES

Han concedido el XIX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2010) al poeta Francisco Brines. La primera vez que leí algo suyo fue en una antología de la colección Austral de Espasa Calpe "La Promoción poética de los 50"  me atrajo su reflexión sobre el paso del tiempo, la importancia de la memoria materializada en el recuerdo, la muerte siempre presente y en contraposición  la exaltación de la vida, el disfrute del momento, del presente.... Aprovecharé estos momentos para volver a leer sus poemas y disfrutar de su obra.
En un artículo publicado ayer en EL PAÍS tenemos unas reflexiones suyas sobre la poesía y su obra que me gustarían tenerlas siempre a mano, aquí estan:


"El lector de poesía no se busca a sí mismo sino que busca la verdad del otro. Y esa es la verdadera tolerancia: que un creyente lea un poema agnóstico y se emocione de la misma manera que un agnósitico lee a san Juan de la Cruz crea o no en la mística. Gracias a la poesía, a su lectura intensa y verdadera, vivimos y sentimos vidas que de otra manera no podríamos vivir. Gracias a la poesía, siendo adolescentes podemos entender la vejez e incluso podemos volver a sentir el amor cuando ya no estamos enamorados. Es un milagro"

"Cuando estamos pletóricos no escribimos. Escribimos cuando no vivímos. No queda otra, es una necesidad. No soy un poeta muy estimulado, desgraciadamente soy tacaño y sólo escribo cuando no hay más remedio. Pero cuando lo hago me siento muy pleno, muy realizado. y además me sorprendo, porque me ayuda a encontrarme, soy yo, sin ninguna necesidad de dibujar un autorretrato"

"Siempre escribo sobre las mismas cosas pero no es lo mismo la nostalgia de un niño que la de un viejo. Dasafortunadamente y tengo poco del niño que fui, pero lo importante es la vida y sólo somos conscientes de ese don cuando nos lo quitan. Por eso la muerte siempre ha estad en mi obra, por mi amor a la vida"

LAS ÚLTIMAS PREGUNTAS
En el acabamiento de la tarde,
cuando hacía el camino, he llegado de pronto
                                                    ¿a dónde?

  La noche que ha caído, tan repentina y negra, me impide  ver,
y sólo sé que nadie me acompaña.
¿Qué ha sido este viaje?

                                     Muy largo debió ser, por la fatiga,
o acaso fue muy breve, si existió:
no puedo recobrar el olor de las rosas,
De entre mis posesiones
sólo guardo un pañuelo que oscurece en mis manos:
¿para secar las lágrimas que no puedo verter?
¿o para despedirme, desde la Prescripción, de las sombras que dejo?

  Sin tiempo, me pregunto: ¿qué soy? ¿quién soy? ¿y para qué partí?
¿Y qué sentido tiene haber llegado?
Y qué poco me importa lo que, del lado del desuso, pueda pasar ahora,
si nada entiendo.
Dejo de ser mortal. Mas no soy inmortal.
Como si nada hubiera sido.

Francisco Brines El otoño de las rosas 1986

--oOo--

Interesante y extensa entrevista en POESÍA DIGITAL
Recital de Francisco Brines  en el Instituto Cervantes de Nápoles el 24 de marzo de 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario